La formación se desarrolló los días 14, 15 y 16 de enero con gran interés y entusiasmo por parte de los participantes. Para varios, su primera instancia de formación en este ámbito. La instancia fue organizada por el equipo de Pastoral de personas en situación de discapacidad, animado por el Secretariado Pastoral. Rosario Labbé en la introducción presentó algunas nociones generales y cifras de la realidad en Chile en torno a la discapacidad.

La jornada contó con la participación del académico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Dr. Arturo Bravo, quien analizó algunos textos bíblicos donde Jesús interactúa con personas con discapacidad; estos textos promueven la inclusión y la empatía hacia los marginados, invitando a una reflexión sobre cómo la comunidad cristiana debe abordar el tema de la discapacidad.

A su vez, el padre Heriberto Cabrera, Secretario adjunto para la Pastoral y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, analizó el documento la “Alegría sin límites”, publicado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. En su presentación, se enfatizó la importancia de promover la inclusión de personas con discapacidad en la Iglesia. A su vez, destacó la dignidad de todos los bautizados y la importancia de su participación activa, invitando a superar visiones limitadas sobre la discapacidad y a reconocer la imagen de Dios en cada persona.

Se contó, además, con la participación de los profesionales expertos en el tema, Valentina Saldivia y Francisco Zamorano, quienes desmontaron mitos sobre la discapacidad. La presentación enfatizó que la discapacidad es una condición de vida que no define a la persona, y que todas las personas en esa condición tienen derecho a una vida plena y significativa. F

inalmente la hermana Carmen Ñanco, quien pertenece a la congregación de las Hermanas Misioneras Catequistas de Boroa, presentó su estudio: “Promover la realidad de inclusión sobre la situación en discapacidad dentro de la Iglesia Católica”. Ella enfatizó la necesidad de atender espiritualmente a las personas con discapacidad, señalando que esta falta de atención también es una forma de discriminación, y que todos somos corresponsables en la construcción de una Iglesia más justa y compasiva. Por lo tanto, no se trata de crear nuevas pastorales, sino de considerar una mirada transversal inclusiva en todo el proceso evangelizador que se realiza en cada una de las realidades eclesiales.

Los participantes trabajaron bajo la modalidad de comunidades de aprendizaje y dialogaron sobre los desafíos y compromisos para crear una Iglesia más inclusiva, enfatizando la importancia de la sensibilización, el apoyo emocional, espiritual y la promoción de una visión inclusiva en todas las áreas pastorales.

La sesión concluyó con una reflexión sobre el trabajo en red y el anuncio de futuras formaciones sobre el tema, resaltando la importancia de continuar el trabajo de edificar una Iglesia más acogedora para todos.

Fuente: Secretariado Pastoral CECh
Santiago, 17-01-2025